El río Ebro ha sufrido en los últimos días una espectacular crecida en su caudal debido a las fuertes lluvias que se han producido en las diferentes zonas de su cuenca hidrográfica. La ciudad de Zaragoza ha sido uno de los numerosos testigos de un fenómeno que hacía mucho tiempo no cobraba tal magnitud a su paso por la capital aragonesa.
Como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos. Y si no, que se lo digan a los organizadores de la Exposición Internacional de Zaragoza, que han organizado una muestra en homenaje al agua y ha sido ésta la que ha tirado por tierra las labores de varios meses. Las imágenes muestran a la perfección el estado en el que han quedado algunas instalaciones, lo que hará que se multipliquen las tareas para los trabajadores.